Por: Arturo Rojas

Este lunes marca el fin de una era con la muerte de Stan “The Man” Lee quien, junto con los dibujantes Steve Ditko y Jack Kirby, creó varios de los personajes más icónicos del mundo del cómic: El Hombre Araña, Iron Man, Los Vengadores, Los Hombres X, Los 4 Fantásticos, Doctor Strange, Hulk por mencionar algunos.

Stan Lee cambió el estereotipo de los superhéroes, quienes pasaron de ser seres perfectos tanto moral como físicamente a personas propensas a padecer desde gripes hasta episodios de ira, vanidad, egocentrismo e incluso alcoholismo entre otras aflicciones.

Esta “humanización” no sólo permitió que los lectores se sintieran más allegados a los personajes, sino que brindó a los guionistas la oportunidad de explorar su reacción ante situaciones más… extremas.

Uno de los mejores ejemplos fue la publicación de diciembre 2005 a abril de 2006 de Marvel Zombies, uno de los arcos argumentales más sombríos y exitosos de la era moderna de Marvel.

En esta Tierra (la 2149, para ser exactos), un virus infecta a la mayor parte de la población convirtiéndola en muertos vivientes, incluidos sus más grandes héroes quienes, a ultranza, se convertirán en los aniquiladores de este universo.

Aquí, El Hombre Araña vive aquejado por el recuerdo de cómo devoró a su tía May y a su esposa, Mary Jane. La transformación de Bruce Banner en Hulk no es causada por la ira, sino por el hambre. Hank Pym trata de matar a su esposa para mantener en secreto que tiene como prisionero a la Pantera Negra para alimentarse de él poco a poco.

La aparición de Galactus sólo complica las cosas ya que su cadáver proporciona poder cósmico a sus verdugos quienes ahora deben viajar a los confines del cosmos para aplacar su hambre.

El éxito de esta oscura trama obtuvo tal éxito entre los lectores que ha dado pie a la publicación de múltiples títulos paralelos, incluído un inesperado Marvel Zombies vs. Army of Darkness (“Groovy”).

Aunque 2015 fue la última vez que supimos de los zombis más poderosos del universo, no podemos descartar por completo la posibilidad de que vuelvan a aparecer, pero nos da la excusa perfecta para honrar a quien sentó las bases de este universo en continua y macabra expansión.