#MacabroGamers: Horror en pixeles: el miedo en la era del Atari.
Macabro estrena columna: #MacabroGamers. Cada quince días, a partir de este lunes, espera las historias y recomendaciones de Mario Ayanami, sobre lo mejor del horror en los juegos de video.
Por: Mario Ayanami.
A finales de la década de 1970, una industria se establecía como uno de los grandes pilares del entretenimiento: los videojuegos. Tal como en su momento lo vivió el cine, uno de los primeros géneros en ser explorados, fue el horror. Teniendo en cuenta que la mayoría de los juegos eran apenas representaciones de lo que deberían ser en realidad, ¿cómo podría trasladarse una sensación tan compleja como el miedo a esta nueva tecnología? He aquí los primeros cuatro intentos de trasladarlo al sistema más popular de aquella década: el Atari 2600. Veamos este macabro recorrido… de bloques y bip-bop.
En 1982, Atari lanzaría el juego considerado como el primer survival horror de la Historia: Haunted House. Aunque rudimentario en sus gráficos, su premisa era sencilla: debías recorrer una casa envuelta en oscuridad total, esquivar murciélagos, fantasmas y tarántulas gigantes para recuperar una urna. Si lograbas escapar con este objeto, ganabas el juego. En niveles posteriores, la dificultad aumentaba de tal manera, que ya ni siquiera te permitía ver las paredes del lugar, a menos que encendieras un fósforo. Lo único que podías ver en pantalla, ya para el final, era la silueta de tus ojos…
Sin embargo todo fue tan inocente como pueda lucir. En 1982, la distribuidora en video de clásicos serie B, Wizard Video, entró al mercado de los juegos electrónicos con The Texas Chainsaw Massacre, inspirado en la película dirigida por Tobe Hooper. El controversial título te ponía en control de Leatherface, principal antagonista enmascarado que debía desollar con su sierra eléctrica a cuanta víctima se pusiera a tu paso. La partida concluía una vez que se acabara la gasolina en tu arma. Para su tiempo, la violencia en videojuegos era casi impensable. Muchos locatarios se negaron a vender el cartucho porque consideraban, ningún niño debía controlar a un maniático asesino en serie. Hoy en día, se cotiza a elevados precios entre los coleccionistas de Atari, tanto como otra adaptación que veríamos al año siguiente: Halloween.
Aunque su carátula, música y el detalle en Michael Myers son similares a los vistos en la cinta, no se basa en ninguna de las películas. La misión era sencilla: eres una niñera que debe rescatar niños en una casa (con decenas de cuartos iguales, por cierto) con un invitado nada Cuando fallabas en el rescate, Myers acribillaba a su víctima sin piedad. Aquella imagen de un cuerpo descabezado que sigue corriendo de un lado a otro cual gallina, continúa como una visión muy desagradable. Sin embargo, sufrió el mismo destino de La Masacre de Texas: el juego fue prohibido en varias tiendas por inclinarse a un público adulto.
Quiénes en 1983 explotaron la consola a su máxima capacidad, fue la desarrolladora Data Age y su lanzamiento de Frankenstein’s Monster, basado en la famosa obra de Mary Shelley quienes además, dieron a notar que si habían leído la novela pues son conscientes de quien es el Monstruo y quien Frankenstein. El objetivo, era controlar un personaje que debía llegar al castillo del doctor para evitar que concluyera su creación final. Para lograrlo, debías llevar bloques para construir un muro y encerrar a la criatura. Incluso, hasta dos jugadores podían probar su suerte en modo cooperativo y acabar con la inminente amenaza. A pesar de su gameplay prácticamente inspirado en Pitfall!, probó ser muy ambicioso al crear sombreado en la superficie de sus plataformas y personajes.
Mucha gente suele menospreciar o hacer menos las capacidades del sistema. El tener que utilizar tu imaginación para gran parte de las situaciones, alimenta cierta inmersión que se ha ido perdiendo. En el caso de Haunted House, ni siquiera estás consciente del espacio; todo debe ser recreado en tu mente. Es un encanto inigualable que deben experimentar… nada como estar en la incertidumbre de no saber qué hacer, ¿no creen?