Por: Casandra Vicario

Existe la creencia no muy difundida, y escasamente mencionada en el cine y en la literatura de que el vampiro (también otros seres) no podía cruzar corrientes de agua.

Algunas argumentan que la incorporación de este defecto al vampiro de la ficción en la literatura parece que surgió a partir de una historia que se contaba en el folklore griego. En ella se decía que unos muertos que se convirtieron en vampiros tuvieron que ser desterrados de la isla de Thesalia, cuando alguien pasaba cerca de ella veía caminar a los muertos en un  estado de desespero por no poder cruzar el agua salada.

El agua es uno de los cuatro elementos básicos de la naturaleza, los otros tres son fuego, aire y tierra. Casi todos los pueblos primitivos le han dado un carácter especial, dotado de significados simbólicos, muchos de ellos ambivalentes. Tradiciones posteriores como la judía y la cristiana, también cargaron con la riqueza simbólica del agua, como si de una herencia se tratara.

Para los cristianos por ejemplo, la inmersión de la cabeza en el agua refleja el renacimiento del ser humano. Agrippa dice que la necesidad del agua no es menor que la del fuego, creencia que puede hallarse sobre todo en los pueblos europeos, quienes siempre han mantenido una correlación entre éstos dos elementos, ambos símbolos de purificación y de regeneración.

Ambas iglesias, la latina y la ortodoxa, utilizaban el agua bendecida en los servicios funerarios. No pasaría mucho tiempo antes de ser utilizada también para cuando los cuerpos de los supuestos vampiros iban a ser asesinados por segunda vez (aunque puede ser que no fue una práctica común, la literatura de ficción fue la que le dio gran auge, ya que en las crónicas vampíricas de la época no se le menciona)

Y aunque el uso del agua sagrada no aparece  en Drácula de Bran Stoker ha sido ampliamente mencionada en las películas y novelas de ficción posteriores, siendo actualmente junto con el crucifijo y el ajo, uno de los métodos de defensa más reconocidos y admitidos.

Pero esta no es la única relación entre los vampiros y el agua. En algunas zonas de Rusia, los vampiros eran arrojados al agua porque se pensaba que la tierra no los aceptaría en su seno.  En Alemania, se esparcía agua alrededor de la tumba del reviniente para impedir su regreso

Fuente: Vampiros. El Mito de los No Muertos.  Noelia Indurain y Oscar Urbiola. pp 60-61