Por Iván Farías

Narrador y crítico de cine, columnista de la revista Playboy México. Actualmente promueve su más reciente novela, Un plan perfecto.  

Por ignorancia o por simple complejo de inferioridad los mexicanos menospreciamos nuestro cine. Alguna vez, un investigador de la Cineteca de Madrid, me confesó la absoluta admiración que le producía nuestra cinematografía: ustedes tuvieron industria, estudios y sus cinetecas y filmotecas son enormes. Decía muy emocionado. Lo es también nuestro cine. A últimas fechas ha tenido varios éxitos de público y comenzado a producir ya con regularidad películas de calidad: Somos lo que hay, Atroz, Los parecidos, Vuelven y muchas otras. A continuación dejo una lista de 10 producciones de visita obligada para todo fan del terror macabro.

10.- Alucarda. Dir. Juan López Moctezuma, México 1978

Basada parcialmente en Carmilla, novela vampírica de Joseph Sheridan Le Fanu, es la obra más acabada de ese genio llamado Juan López Moctezuma. En ella se mezlca un extraño diseño de producción, una locura satánica que incluso saltó de la filmación a la vida real, cuando el incendio del final, cobró varios heridos en la filmación. Primera incursión de la hermosa Tina Romero en el cine, que la convertiría en actriz de culto a sus 17 años.

9.- El espejo de la bruja.  Dir. Chano Urueta, México 1972

Escrita por Alfredo Ruanova y Carlos Enrique Taboada, esta cinta le da la vuelta al tema de las brujas, porque, contrario a lo que sucede normalmente, la hechicera no produce mal, sino que intenta revertir las acciones terribles, con un toque macabro. Isabela Corona encarna la perfección a una mujer con poderes mágicos que decide pasar por un simple ama de casa. En esta cinta se pone de manifiesto como Taboada conocía muy bien el mundo femenino y sabía explotar la violencia que es ejercida hacia ellas, poniendo como villano al esposo.

8.- El escapulario. Dir. Servando González. México 1968.

El peculiar Servando González, quien filmara por órdenes del ejército la matanza de Tlatelolco, hace esta historia de terror al estilo de los cuentos del siglo XIX, en el que un objeto sagrado, el escapulario del título, protege de la muerte a su portador. González echa mano la narrativa fragmentada, cámaras subjetivas y una fotografía onírica, para contarnos un cuento de fantasmas ambientado en la Revolución mexicana.

7 – Hasta el viento tiene miedo. Dir. Carlos Enrique Taboada. México 1968

Luego de algunas fallidas intervenciones como director, Taboada se adentra en lo que conoce el mundo de las mujeres, la historia de fantasmas y por supuesto, la venganza. Con algunos toques del cine italiano de la época, se las arregla para contarnos una historia de amor lésbico de ultratumba al interior de un internado de señoritas. Una película tan buena que ni el espantoso remake que le hicieron la dañó.

6.- Bestia nocturna. Dir. Humberto Martínez Mijares. México 1983

Una slasher film con un toque de road movie. Dando tumbos entre una película de suspenso, una de frontera, este extraño film aporta un asesino psicópata que es desperdiciado pro darle juego a la única estrella del film Laura Flores. ¿Por qué está en esta lista? Por la Bestia nocturna del título. Cuando este monstruo enorme aparece en pantalla nos quita el sueño. Va vestido de militar y cubierto con un casco de motocicleta, es imparable, sádico y nunca sabemos nada de él, lo cual lo convierte en memorable y a la espera de un director más solvente.

5.- Ladrón de cadáveres. Dir. Fernando Méndez, México 1945

Méndez siempre fue un director visionario, heredero del cine expresionista alemán, supo entremezclar los temas nacionales con una puesta en escena que cautivaba a las audiencias. Aquí se mete al mundo de la lucha libre y nos regala un mad doctor digno de recordarlo. El final, heredero de King Kong, nos deja un sabor agridulce en la boca.

4.- Cronos. Dir. Guillermo del Toro. México 1993.

Ópera prima de cineasta tapatío en la que dejó la piel. La historia de Jesús Gris, un vampiro tercermundista, vuelto a la vida por un ingenio creado durante la colonia, revelaba ya la habilidad para contar historias oscuras con un sabor diferente. La cinta va del terror a la fantasía oscura sin dejar nunca sorprendido al espectador.

3.- El vampiro. Dir. Fernando Méndez. México 1957.

Otra vez Méndez logra una impecable historia de terror en el contexto mexicano. El mito del vampiro lo sabe importar muy bien al llevarlo a una vieja hacienda en el interior de México, creando un monstruo a la vez sexual y salvaje, que se alejaba de los vampiros anteriores. Las partes cómicas de Abel Salazar rompían con una regla implícita de la solemnidad en este tipo de películas pero que, sin embargo, aportaban dosis de racionalidad a ese mundo místico.

2.- Santa sangre. Dir. Alejandro Jodorowsky, México 1989.

Producida por Claudio Argento, hermano de Darío, podría ser un giallo al uso, peor acaba siendo una de las mejores películas de Jodorowsky, quien supo incluir en ella una ciudad de México delirante y llena de locura. Un circo itinerante, una santa sin brazos, Garibaldi como centro del mal y personajes salidos de las peores pesadillas. Y de fondo, el mambo Caballo negro sonado con toda fuerza.

1.-Misterios de ultratumba. Dir. Fernando Méndez, México 1958.

Tercera en la lista de Méndez. Con guion de Ramón Obón y con una increíble escenografía de Gunther Gerszo esta cinta tiene toda la factura de lo que sería una película de la Hammer, pero mejor. El dilema ciencia vs religión es resuelto de una manera violenta cuando dos científicos hacen un pacto de regresar de la muerte para contarlo al otro los misterios de ultratumba. Los movimientos de cámara, la actuación de Carlos Ancira, el maquillaje, todo hacen de esta cinta un evento memorable.